martes, 26 de septiembre de 2017

Cómo hacer una corona de flores para el pelo

Porque nos encantan las flores pero no todo va a ser jardinería, hoy os voy a enseñar una técnica fácil para hacer una corona de flores para el pelo.

Este tipo de coronas, dependiendo del tipo, tamaño y color de las flores, son apropiadas para una niña de primera comunión, una damita de honor, una novia o una invitada a cualquier evento.

Para triunfar con la corona lo más importante a la hora de hacerla es elegir bien el tipo de flor. Hay diversas posibilidades en cuanto a tipos de flor a la hora de seleccionarlas para nuestra corona, os enumero los que considero más importantes:

1.- Flor natural fresca

Hay que tener en cuenta que la flor natural se marchita rápidamente, sobre todo si no recibe agua por el tallo y aún más rápido si se trata de flores recolectadas del jardín. Las flores que podemos encontrar en las floristerías proceden de cultivos en los que se han seleccionado las variedades que duran más tiempo frescas una vez cortadas y además se les ha sometido a tratamientos tras el corte. 

Las hay que pierden turgencia con mayor o menor rapidez, pero en todo caso el proceso se acelerará una vez que no reciban agua y cuanto más calor haga.

Por esta razón, si elegimos flores naturales deberemos hacer la corona pocas horas antes del evento y si el tipo de flor lo permite, guardarla ya elaborada en una cámara frigorífica o en un refrigerador dentro de una bolsa de plástico y alejada de fruta madura.

Hay flores frescas que al secarse siguen manteniéndose decorativas, por lo que pueden usarse para la corona y una vez secas seguirán estando bonitas. Algunas de ellas son: Limonium, Statice, Gypsofila o paniculata, Flor de Papel, Gramíneas, Flor de Lavanda.

Se pueden usar hojas verdes para relleno. Cuidaremos la elección del relleno eligiendo plantas que duren tiempo sin marchitarse. Podemos usar hojas de olivo, ciprés, helecho de cuero o ruscus. Si queremos usar la corona una vez esté seca, mejor no meteremos verde o usaremos uno que seque bien, como el olivo o el ciprés.

2.- Flor natural seca o preservada

A veces puede ser una buena opción comprar la flor ya seca o bien liofilizada porque la corona se mantendrá en las mismas condiciones desde el principio.

Las flores que venden en estos estados están sometidas a procesos que aceleran el proceso de pérdida de agua y se mantienen años inalterables en color y forma. Normalmente, si dejamos secar el mismo tipo de flor sin someterla a estos procesos, no quedará igual que si la compramos ya seca.

El color final de la corona no será tan vivo como elaborada con las mismas flores naturales, pero se pueden hacer coronas preciosas de efecto "vintage" o de otros estilos.

3.- Flor artificial

Este tipo de flores pueden encontrarse fácilmente en distintos comercios, a distintos precios según el material del que estén hechas, las técnicas de elaboración y la similitud con la misma flor natural. 

Si queremos una corona que dure muchos años y parezca de flor fresca, podemos optar por esta opción elaborándola con la misma técnica que os muestro a continuación, ya que podemos ir cortándo las flores con su tallo.

Otra opción que ofrecen este tipo de flores a la hora de ensartarlas en la corona es pegar todas o alguna con silicona. En este caso, recomiendo forrar primero el alambre con rafia, con hojas verdes artificiales o con otro material para que las flores tengan mayor superficie de pegado, y separar las flores de los tallos pegando directamente el cáliz de la flor a la corona forrada.

Corona con base de espigas de trigo y flor artificial pegada con silicona caliente. Elaboración propia.

Teniendo estos datos nos decantaremos por uno u otro tipo de flor. Además, tendremos que elegir el tamaño y el color deseados. En general usaremos como máximo dos colores más el verde o la base, aunque todas las combinaciones son posibles si se hacen bajo un criterio. Las flores de tamaño pequeño son más adecuadas para niñas, mientras que un a corona para una mujer adulta permite tamaños mayores. 

En cuanto a la forma de la corona, ésta podrá ser cerrada como un aro, cerrada con cierre, cerrada con lazo o abierta, para colocar como diadema o como tiara. En todas las opciones seguiremos la misma técnica que os mostraré a continuación.


ELABORACIÓN DE UNA CORONA DE PRIMERA COMUNIÓN CON CIERRE DE LAZO, DE FLOR NATURAL FRESCA QUE SE CONSERVARÁ SECA.

MATERIALES:

- 3-4 varas de flor con varias flores pequeñas y unas tijeras para cortarlas. Yo elegí flor fresca que se mantiene bonita seca, en este caso 2 varas de Gypsofila paniculata, 1 vara de Hypericum de fruto rosa, y 1 vara de Limonium de flor rosa.  

Especies elegidas y tijeras para separar las flores
- 1 trozo de alambre de una longitud algo menor al perímetro de la cabeza de la niña, de un material moldeable (aluminio por ejemplo) y con un grosor como un espagueti (0,5 - 2 mm). Yo corté 35 cms de longitud. 
- Alicates para dobler los extremos.
- 1 rollo de tape de florista o esparadrapo médico. El esparadrapo es más fácil de trabajar y además es blanco como la mayoría de las flores, por lo que no se verá cuando la corona esté acabada.
- (opcional) 2 trozos de lazo de 20 cms.
- (opcional) alambre de florista y silicona. Estos materiales nos ayudarán a ensamblar flores si fuese necesario. En este caso no lo hemos usado. 

Materiales necesarios


ELABORACIÓN

1.- Daremos forma de circunferencia al alambre y doblaremos hacia dentro ambos extremos con unos alicates o con la mano, según el grosor y el material. Si vamos a cerrar la corona con un lazo el extremo quedará cerrado, y si es corona sin lazo dejaremos un extremo cerrado y el otro abierto en forma de U. En este caso vamos a cerrar con lazo.

2.- Cortaremos las flores o grupos de flores dejando 2 cms de peciolo (tallito). Quitaremos todas las hojas a las flores.

Las flores de Paniculata deben cortarse que midan en total 4-5 cms


El fruto de Hypericum una vez seco cambia un poco de color. Aquí se muestra en fresco.

El Limonium es una flor que permanece casi igual una vez seca


3.- Haremos ramilletes de 2-3 flores y verde (opcional). Ataremos los ramilletes con esparadrapo o tape de florista. Este paso facilita el montaje pero no es imprescindible puesto que podemos atar directamente el ramillete al alambre. En caso de introducir verde de relleno, está la opción de hacer ramilletes y forrar el alambre con ellos o de mezclarlos con las flores. En este caso, la longitud total del verde debe ser menor a la de las flores.



Ramillete individual de flores


4.- Iremos ensamblando los ramilletes o las flores individuales al alambre. Iremos enrollando el esparadrapo o tape de florista alrededor del alambre mientras introducimos los ramilletes, empezando por un extremo del alambre y continuando hacia el otro, haciendo una espiral a su alrededor. Si la corona es de flor artificial o seca podemos reforzar los ramilletes con la pistola de silicona o pegar otros elementos.

Proceso de ensamblado de los ramilletes
Proceso de ensamblado de los ramilletes

5.- Una vez ensambladas las flores, ataremos en los extremos los lazos o cerraremos la corona con el cierre que hemos hecho.
Corona terminada 

6.- Si la corona es de flor fresca la meteremos en una bolsa de plástico en la nevera hasta su uso. Si no, la guardaremos en una caja protegida del polvo, de la humedad y del calor. Como orientación, puede mantenerse bien 2 días en nevera y si no hace mucho calor durará unas 6 horas sin marchitarse fuera de la nevera.



Espero que os haya sido útil este post. Cualquier duda o consulta estaré encantada de resolverla.






domingo, 5 de marzo de 2017

Aromáticas a tutiplén

La primavera es una época perfecta para hacerse con unas cuantas plantas aromáticas. Podremos disfrutarlas como condimento en numerosos platos y bebidas, algunas ahuyentarán a los insectos y además contemplaremos las flores de aquéllas que las emitan en esta época.


Algunas plantas como la Melissa (en la foto), la Albahaca o la Hierbaluisa, ahuyentan los insectos gracias a compuestos fenólicos que forman parte de sus hojas.


Desde la entrada de la primavera encontramos en los viveros una enorme variedad de especies aromáticas. Todas ellas se comercializan en distintos tamaños, normalmente desde 11 centímetros de maceta, lo que hace posible tenerlas en espacios reducidos.


¿La cocina es un buen sitio?

Ya comentamos en otra entrada que la diferencia entre plantas de interior y exterior la hace el clima, de modo que plantas que son de exterior en lugares de climas cálidos sólo pueden mantenerse en interiores o protegidas en lugares con inviernos duros. Por tanto si queremos disfrutarlas en invierno las tendremos que ubicar en interior en esta época del año. De las aromáticas más frecuentes, probablemente en exterior se helarán la Albahaca y el Eneldo y otras como el Perejil o el Cilantro perderán casi todas las hojas. No habrá problema en tenerlas en primavera, verano y otoño en el exterior, de hecho será preferible ya que, aunque no precisan sol directo, recibirán mejor la luz que necesitan para crecer. Si las situamos en una ventana en interior en verano, probablemente el sol las quemará o "cocerá" y si no las ponemos cerca de la ventana seguramente acabarán por ahilarse y verse feas.



La Albahaca es un excelente condimento. Para mantenerla todo el año debe estar protegida de las heladas fuertes. 



 El Perejil es una planta anual aunque puede mantenerse más de un año si no se hiela.




 El Eneldo no se conservará bien en exterior si la temperatura es muy baja. 


Aquellas plantas que soportan el frío invernal de Madrid, pierdan o no pierdan la hoja, estarán mejor en el exterior. Lavandas, Romeros, Santolinas, Hierbaluisas, Mentas, Tomillos, Ajedreas y alguna otra, las pondremos fuera todo el año. Las Mentas (incluida la hierbabuena) son plantas vivaces. En invierno tienden a "reposar" y por tanto en exterior no habrá hojas o habrá pocas.





Los Tomillos (en la foto el Tomillo limón) aguantarán muy bien el invierno 






La Lavanda no tendrá problemas con el frío. No te olvides de recortarla bastante en octubre o noviembre.




La Santolina es muy rústica, aguanta muy bien el frío.




La Ruda es resistente al frío.




La Ajedrea, de la familia del Romero, Tomillo y Lavanda, también aguanta muy bien el frío invierno. 



El Orégano y la Mejorana aguantan el frío de Madrid sin problemas.





El Romero es muy resistente al frío y nos dará flores al finalizar el invierno.


Entonces, resumiendo. Siempre que sea posible, mantendremos las aromáticas en el exterior. Si no nos es posible, las tendremos en interior con mucha luz. En invierno podremos tener en interior las que se hielan para poder disfrutarlas todo el año, si bien tenderán a debilitarse con el paso de los meses.


¿Qué planta durará más?

Algunas de las aromáticas son anuales, al menos en nuestro clima. Esto quiere decir que su ciclo se completa en un año. Por tanto nacen, crecen, se reproducen (por semillas) y mueren en el plazo de un año. Si no mueren, pueden normalmente mantenerse más de un año aunque cada vez más débiles. En este grupo tenemos por ejemplo al Perejil, el Cilantro, o el Eneldo.

Otras, como os decía antes, son vivaces. Sufren un reposo anual (normalmente en invierno) en el que vegetan en el suelo, y en primavera vuelven a emerger, saliendo las hojas que durarán hasta el invierno siguiente.




Las Mentas (incluida la Hierbabuena) emiten rizomas subterráneos que permanecen latentes bajo la tierra todo el invierno, aunque la planta no se vea y sus hojas se hayan secado casi por completo, en función del frío. En primavera brotará de nuevo y podremos disfrutar las hojas nuevas como más nos guste.


Y por último tenemos las perennes, de hoja persistente o caduca. Éstas duran varios años. Las de hoja perenne (persistente) renovarán sus hojas a lo largo de todo el año, sin perderlas de una vez, y las de hoja caduca (caediza) las perderán normalmente a la llegada del frío. En este caso sí se mantiene la parte aérea la planta fuera de la tierra, a diferencia de las vivaces. 



El Tomillo (en la foto), así como la Lavanda, Romero, Ajedrea y otros de la misma familia, son plantas perennes.




Por tanto, si queremos una aromática que nos dure mucho tiempo, nos iremos a una planta vivaz o perenne. Perennes de hoja persistente tenemos las Lavandas, los Romeros, los Tomillos, las Santolinas y las Salvias, entre otras. Para que se mantenga bonita, deberemos podarla en otoño, recortando 1/3 de la parte aérea. De esta forma estimularemos la brotación y se  mantendrá frondosa y compacta.

¡Espero que esta entrada os anime a cultivar vuestras propias aromáticas!

viernes, 13 de enero de 2017

¿Qué le pasa a mi limonero?

Invierno frío. De pronto, nos acordamos de nuestro amado limonero (o naranjo, calamondino, kumkuat, mandarino, pomelo, lima, mano de Budha) que tantas alegrías nos dio el año pasado y descubrimos que está hecho un asco 😢.

Hojas amarillentas, algunas por el suelo. Nos fijamos, vemos amarilleamiento general, algunas hojas muy pálidas con los nervios verdes y algunas también tienen moteado marrón 😨.

Nos entra el pánico y vamos a Google. Clorosis férrica, hongos, falta de abono... miles de entradas en las que nos invitan a aplicar productos para salvarlo.

Pero no es necesario. Probablemente lo único que le pasa a nuestro amigo es que tiene frío.

👏👏👏👏👏👏👏

Si bien es cierto que el limonero puede estar sufriendo lo que se llama clorosis (destrucción de clorofila), y en concreto clorosis férrica, lo más probable es que ésta sea debida al frío puesto que seguramente antes del invierno el ejemplar tenía buen aspecto.


Imagen: hojas de cítrico con clorosis. 

Si queremos que la cosa no vaya a más, y que el año que viene nos regale fruta y una copa bien frondosa, deberemos protegerlo de inmediato. Las opciones que tenemos son:

- Taparlo con una "manta térmica" destinada a este fin, de venta en viveros y tiendas de jardinería.
- Trasladarlo a otra ubicación, soleada y muy protegida, incluso interior.

Por mi experiencia os diré que la mejor opción son las mantas térmicas. Es un producto barato y suele durar más de un año.

Para colocarla, cortaremos un trozo que nos dé el ancho del pliego y de largo 3 veces la altura del arbolillo desde la tierra. Pondremos el pliego a modo de paracaídas sobre la copa, y ataremos al tronco la tela con un cordel ancho que no haga herida en el tronco, de modo que la copa quede completamente tapada. No es necesario tapar la tierra, si bien tampoco es perjudicial, pero en ese caso deberemos vigilar el riego abriendo el envoltorio. Para que no se abra con el viento, yo suelo sellar con grapas de oficina mi envoltorio por los bordes.



Además, en primavera podemos aplicar un abono complejo pulverizado en las hojas, que contenga hierro y algo de nitrógeno, para devolver rápidamente el color verde a toda la planta. Un abonado en riego o sólido en primavera también le ayudará a florecer y fructificar. Para garantizar que el abono que aplicamos es el correcto, podemos aplicar uno específico para cítricos o bien uno universal que contenga bastante fósforo y potasio.

Espero que esta entrada os haya ayudado a mantener vuestros cítricos con buena cara, y si aún no tenéis uno os invito a que lo hagáis. Son plantas que se pueden tener en terrazas pequeñas, incluso en interior con buena luz.

Saludos



martes, 11 de octubre de 2016

¿Cómo elegir una planta de interior?

Ahora que llega el frío y estamos más tiempo en casa, os traigo un pequeño artículo sobre plantas de interior.

Tener plantas de interior naturales siempre es una excelente idea, por diversas razones:

En primer lugar, porque son un gran elemento decorativo. Eligiendo la planta adecuada podemos dar mucha vida a una estancia y, usando un poco la imaginación, podemos crear piezas únicas de arte vegetal.

En segundo lugar, porque purifican el ambiente. No, no os preocupéis, que no "nos quitan el oxígeno" por la noche. Si no yo no estaría escribiendo esto ;-)

En tercer lugar, porque no hay nada más bello que la naturaleza, y qué mejor forma de disfrutar de la naturaleza que desde nuestro propio sofá.

Bien, una vez convencidos, vamos a elegir una planta para nuestra casa.

Lo primero es saber dónde queremos ubicar nuestra planta. El por qué de que esta pregunta sea la primera es sencillo: vamos a buscar una planta que se adapte a nuestro espacio, no al revés. En función de dónde va a ir ubicada la planta, buscaremos un planta que alcance un tamaño grande o que permanezca pequeña, es decir, que su crecimiento sea lento o no alcance alturas o volúmenes muy grandes, y elegiremos una especie adecuada a la iluminación y temperatura de la zona. Todos estos son factores que no se pueden modificar, así que no seamos burros y elijamos una planta que se adapte a nuestras condiciones. Si no vamos a poder regarlas habitualmente por la razón que sea, éste será también un factor limitante y por tanto condicionará la elección de la especie.

Como sabéis, la separación entre plantas de interior y de exterior la determina el clima: una planta considerada de exterior en ciertos climas, como las Orquídeas en climas tropicales, es considerada de interior en otros, como el clima continental de Madrid. De lo que se trata es de proporcionar a las plantas una temperatura, humedad del suelo, humedad ambiental e iluminación similar a los de su hábitat natural. Si queremos que la planta luzca bonita en el espacio que queremos tenerla, es necesario elegir una especie que sea apropiada para las condiciones que hay.

Cuando hayamos elegido el lugar, determinaremos el diámetro máximo y altura de maceta que podremos poner. En función de ese tamaño de maceta o cubremaceta podremos poner una planta más grande o necesitaremos plantar algo más pequeño, ya que el tamaño del cepellón va normalmente acorde con el tamaño de la parte aérea. Si queremos poner nuestra nueva planta en una maceta que ya tengamos, mediremos dicha maceta (o cubremaceta).

Posteriormente, por fin, seleccionaremos nuestra planta. Una vez plantada, deberemos proporcionarle las condiciones de humedad necesarias mediante el riego.

Próximamente os contaré cuáles son mis plantas de interior favoritas y por qué.

Muchas gracias y agradezco vuestros comentarios.






sábado, 7 de mayo de 2016

Las 10 reglas de oro del riego

Hoy voy a hablar sobre lo que hay que hacer y lo que NO hay que hacer cuando regamos.

Muchas veces me preguntan cuánto hay que regar. Esta respuesta la podéis obtener de estas pautas.

Y diréis, ¿pero tan difícil es decir "tres vasos de agua cada tres días"? 

Pues amigos, el riego no sólo depende de la planta, de que sea más o menos "dura". Depende también del tipo de tierra, del agua que se filtra hacia abajo, del calor que haga, de la radiación solar (si la planta está al sol o a la sombra), del viento, e incluso del tipo de maceta.

El riego (cantidad y frecuencia) se basa en un balance de entradas y salidas. Las entradas son el agua aportada mediante riego o lluvia, y las salidas son la evaporación, lo que se pierde por respiración de la planta, lo que se pierde hacia abajo (hacia el plato o hacia capas inferiores del suelo), y lo que se pierde porque se escurre (por ejemplo, en terrenos con pendiente).

Por tanto son varios factores los que influyen, y aunque parezca muy complicado trasladar ésto a "¿Cuanto agua echo?", siguiendo mis 10 reglas de oro del riego seguro que tendremos éxito con las plantas.

# 1TIERRA ADECUADA, RIEGO FÁCIL 

Como he comentado, el riego depende entre otras cosas de lo que se filtra. Y lo que se filtra depende del tipo de tierra. 

Todos queremos regar lo menos posible, y por eso queremos que la tierra "aguante" la mayor cantidad de agua. Pero hay que tener en cuenta que hay plantas que necesitan un tipo de tierra que no esté siempre mojada, lo que llamamos "tierra suelta", nos referimos a un tipo de tierra con mayor proporción de arena.

Sin entrar a hablar sobre los tipos de substrato (os prometo una entrada futura), simplemente deciros que elijáis una tierra adecuada para vuestras plantas. por lo general un substrato universal (o acidófilas si es el caso), y en el caso de cactus y plantas crasas uno específico para suculentas.


# 2EL DRENAJE ES TU AMIGO 

Siguiendo con lo anterior, "más abajo" en la maceta o el suelo encontramos el drenaje. El drenaje es lo que hace que salga el agua fuera del alcance de la planta. Y es necesario.

No sirve de nada tener la tierra más apropiada del mundo si el drenaje es ineficiente y el agua no puede salir, porque entonces el agua estará mucho tiempo en contacto con las raíces y las pudrirá. 

Entonces, ¿cómo hacemos para que el drenaje sea eficiente?

Lo primero, si la planta va en maceta, nos aseguraremos de que la misma tiene agujeros abajo. Estos agujeros no los tapamos. Lo que podemos hacer para que la tierra no se escape si son muy grandes es poner sobre el agujero un trozo de malla, unas piedras, o lo que tengamos. Lo importante es que no tapone y salga el agua por abajo. Si queremos poner una capa grande de piedras la podemos poner, pero habiendo agujeros no es necesario y perderemos mucho volumen para la tierra, lo cual no tiene mucho sentido.

Si la planta va en maceta pero la misma no tiene agujeros, o no queremos poner un plato ni que se nos moje el suelo o la mesa al regar, entonces sí tenemos que poner una buena capa de piedras o similar, que hagan de drenaje. En este caso, el agua sobrante se quedará en las piedras y no estará disponible para las raíces.

Si la planta va en suelo, y éste tiene buen drenaje, no será necesario poner piedras abajo porque de hecho se espera que las raíces colonicen el terreno en profundidad. 


# 3EL PLATO BIEN, GRACIAS

El plato o el cubremacetas tienen su función en esta vida, dejemos que la cumplan, pero que la cumplan bien.

Tanto el plato como el cubremacetas tienen la función de evitar que el suelo, la mesa, o el soporte de nuestras plantas se mojen y se estropeen, además de una función decorativa. Hasta ahí todo correcto.

También hay otra función que pueden cumplir, y es la de servir de recipiente de riego para que el agua suba por capilaridad y se riegue la planta "de abajo arriba".

Si estamos regando nuestras macetas desde arriba, lo que quede en el plato (o cubremacetas) será un sobrante. Podemos dejar el agua en el plato media hora, pero luego la retiraremos.

Si estamos regando nuestras plantas desde abajo, llenaremos el plato y esperaremos un tiempo prudencial a que el agua desaparezca. Igualmente, cuando veamos que la maceta ya ha absorbido todo el agua que quiere, retiraremos el sobrante.

# 4SI YA HAY AGUA, NO HAY QUE REGAR

Esto va en la línea de los puntos anteriores.

Las plantas absorben el agua que necesitan. Más agua es agua de sobra.

Por tanto, si la tierra está húmeda y no estamos ante una planta palustre (plantas que viven en terrenos encharcados), no debemos regar.

En verano, la parte superior de la tierra puede estar seca por el sol pero la inferior estar aún con agua. Meteremos el dedo en la tierra para ver si tiene humedad y valoraremos si hay que regar o no. 

Mi consejo: cuando compréis una planta que no sabemos cada cuanto quiere agua, una vez trasplantada y regada la dejáis sin regar hasta que "lo pida". Hojas decaídas y algo mates, tierra seca que casi se despega de los bordes de la maceta y nada de humedad en el interior de la maceta nos indicarán que es el momento de regar abundantemente. Repetimos la operación y vemos cada cuánto quiere agua esa planta.

# 5: PLANTA AL SOL, MÁS RIEGO

Las plantas de un mismo jardín pueden estar algunas al sol y otras a la sombra.

Como ya hemos dicho, uno de los factores que provocan la pérdida de agua es la radiación solar, por lo que las plantas al sol necesitarán por lo general más riego que las plantas a la sombra. En verano, el calor y el viento cálido afectarán también a las plantas que estén a la sombra así que no habrá mucha diferencia.


# 6PLANTA RESISTENTE NO ES PLANTA DE PLÁSTICO

Más de una vez me han enseñado fotos de Lavandas o Romeros momificados por falta de riego. Y el argumento para haberlos dejado morir siempre es el mismo: "en el campo nadie las riega". 

Ojo, que una planta sea muy resistente a la falta de agua no quiere decir que no haya que regarla apenas. Los dos primeros años para cualquier planta  es vital aportarles el agua que pidan, ya que sus raíces no están suficientemente desarrolladas para captar el poco o mucho agua de lluvia que pueda caer.

En maceta, la desecación que sufren las raíces es aún mayor y además están confinadas en un recipiente, por lo que no pueden explorar demasiado.

Por tanto: las plantas consideradas resistentes a la falta de agua, en maceta, requieren más o menos la misma cantidad que el resto de plantas en los meses calurosos. Excluimos las plantas suculentas, porque acumulan agua en sus órganos. Las plantas consideradas resistentes, en suelo, necesitarán menos agua que el resto de plantas pero a partir del segundo año.

# 7: MEJOR AGUA ABUNDANTE 

Cuando regamos es necesario que el agua que aportamos llegue a la raíz. Si no, es como no haber regado.

Para que el agua llegue a la raíz, primero debe mojar la tierra circundante y penetrar por toda la maceta o en la zona del suelo donde está plantada, y formar lo que se llama un bulbo de humedad.

Si aportamos agua de una forma demasiado escasa, lo que sucederá es que parte se evaporará y a lo mejor no es suficiente para la planta.

Por eso es preferible que cuando reguemos las macetas lo hagamos con la suficiente cantidad de agua, teniendo luego la precaución de retirar el sobrante

Si la planta está plantada en el suelo, en principio el sobrante se percolará a capas inferiores. Aportaremos lo que consideremos que es necesario para no gastar agua innecesariamente, y si lo vemos necesario instalaremos un sistema de riego automático, el cual ya estará regulado para aportar la cantidad justa de agua teniendo en cuenta todos los parámetros.


# 8EN INVIERNO, CERRAR EL GRIFO

En invierno (clima del centro de la Península española) las plantas paralizan el crecimiento y hace frío, por lo que el riego debe suprimirse casi por completo.

Si no llueve, regaremos una vez al mes, y a la llegada de la primavera vigilaremos la necesidad de ir ampliando el riego hasta el riego diario en junio.


# 9: PIENSA EN ELLAS EN VACACIONES

Las plantas son seres vivos, y aunque no tienen sentimientos y no les importe quedarse en casa solas mientras nos pegamos unas pedazo de vacaciones, pueden morir si no pensamos en ellas de antemano.

Si son plantas que están en el exterior, en verano deberán regarse cada día. Las plantas de interior deberán regarse cada 4-5 días en verano, si no les da el sol directo. Podremos sacarlas fuera a la sombra si queremos, pero en ese caso el riego tendrá que ser diario o cada dos días.

Recuerda que una planta que sufre por sequía tarda bastante en volver al aspecto que tenía, así que garantiza que alguien (o algo) va a poder regarlas si te marchas varios días.

Para 5-7 días las plantas de interior  puedes dejarlas en la bañera o en barreños con dos dedos de agua, en una habitación fresca al ser posible.

Para más días existen soluciones de diversa índole (geles, conos para botellas, macetas de auto riego). Mi experiencia con todos estos artilugios es cercana al fracaso, si bien es la única solución muchas veces. Ni lo intentéis para plantas en el exterior en verano, la cantidad diaria de agua que requieren en verano debido a las temperaturas, el viento y la radiación es muy superior a lo que aportan estos sistemas. 

El mejor sistema de riego, superando incluso al riego manual con manguera o regadera, es el riego automatizado.


# 10: RIEGA SÓLO LA TIERRA

En cuanto a la forma de regar, es recomendable no mojar las hojas de las plantas. Regaremos sólo la tierra, porque regar las hojas no aporta nada a la planta y sólo da lugar a aparición de hongos, podredumbres y a quemaduras solares. Si queremos mojar las hojas para limpiarlas y dar frescor al ambiente, en verano es preferible hacerlo a última hora de la tarde.

sábado, 23 de abril de 2016

Claves para conseguir un seto envidiable

Hoy voy a explicaros las claves que considero imprescindibles para conseguir un seto tupido, sano, rejuvenecido y duradero, es decir, un seto envidiable.

Los setos se suelen plantar con diversas finalidades. Las más comunes suelen ser delimitar espacios o hacer de barrera visual, barrera sonora, o cortavientos.

Un seto es un conjunto de plantas, normalmente de la misma especie, plantadas con una densidad suficiente como para ejercer de barrera o delimitación de espacios. La altura puede ser variable, desde pocos centímetros hasta varios metros, y las especies usadas son tan variables como especies de arbustos que admiten recortes hay.

Algunos géneros que forman setos resistentes en clima continental, de hoja perenne:

- Seto bajo y medio: Buxus, Myrthus, Cistus, Cupressus, Cupressocyparis, Euonymus, Ligustrum, Pyracantha, Viburnum, Nandina, Photinea, Teucrium.

Viburnum tinus (Durillo): es una planta muy resistente pero conviene hacerle dos recortes al año, después de la floración de primaver ay de otoño.

Viburnum lucidum (Viburno): se da bien al sol y en semi sombra. No tiene floración de interés.Se puede hacer un seto de altura considerable con él.



Euonymus spp (Evónimos): permite seleccionar entre gran variedad de colores de hoja. Es muy resistente al clima pero susceptible a plagas y enfermedades. Debes situarlos a pleno sol y mantener los ejemplares vigorosos.




Ligustrum japonicum (Aligustre  de hoja perenne): muy usado para seto de tamaño medio o bajo, pero puede formar seto alto si tiene las condiciones necesarias. La floración no tiene interés. Es suficiente con un recorte anual.



- Seto alto: Cupressus, Cupressocyparis, Phillostachys, Viburnum, Ligustrum. 

Cupressus macrocarpa "Wilma" (Ciprés limon): en los viveros se suele vender para ejemplar aislado, con forma piramidal, aunque es una planta que en seto queda espectacular. Tiene un aroma muy agradable a limón.


Cupressocyparis leylandii (Ciprés de Leyland o Leylandi): ha sustituido a la arizónica en algunos lugares. Es una planta barata y muy usada para setos de gran longitud. Es importante el recorte anual.




Cupressus arizonica (arizónica)


Recuerda que toda especie que admita recortes y perfilados es susceptible de formar seto, así que no tengas miedo de innovar. Incluso son admisibles especies de hoja caduca o plantas consideradas de flor pero que aguanten el clima, como por ejemplo el Argyranthemum o margarita.

Un seto bajo de Argyranthemum frutescens es una opción muy decorativa para delimitar un paseo a pleno sol. Conviene recortarla una vez al año, preferiblemente en otoño. Hay híbridos que florecen todo el año.


A la hora de plantar el seto, lo que hay que tener en cuenta es:

- Marcar en el suelo mediante una cuerda el lugar donde irá plantado el seto. Esto favorecerá la apertura de la zanja y que el seto quede alineado.

- Abrir una zanja suficientemente profunda para el tamaño del cepellón. Éste deberá quedar bien enterrado y no demasiado pegado al muro si lo hubiera. Las razones de abrir una zanja en lugar de alcorques independientes son:

  1. Facilitar la apertura del hoyo, que puede hacerse mecánicamente si se desea.
  2. Facilitar la alineación del seto. Al realizar una zanja siguiendo un patrón es más sencillo que los ejemplares queden alineados.
  3. Se favorecerá el desarrollo de raíces laterales, que sostendrán con mayor efectividad a los ejemplares.

- Elegir ejemplares de la altura correcta. Si vamos a hacer un seto muy largo, quizás es buena idea elegir ejemplares jóvenes para ahorrar dinero. Sin embargo, el recorte anual debe hacerse igualmente aunque cueste conseguir la altura deseada.

- Plantar con el espaciamiento adecuado. Hay que tener en cuenta que una densidad muy alta puede ocasionar problemas de competencia y enfermedades (hongos) en el futuro, y una densidad muy baja va a hacer que el seto no llegue a tupir. Como regla general, en setos bajos pondremos 7 plantas cada 2 metros, y en setos altos 5-6 plantas cada 2 metros.

- El recorte o perfilado anual debe hacerse en otoño, o después de la floración -fructificación, y tanto en altura como en anchura. Esto favorecerá la brotación interior y mantendrá los ejemplares vestidos desde abajo. No hay que saltarse el perfilado anual.

- Controlar las plagas y enfermedades. Un seto monovarietal (homogéneo) al que ataca una plaga puede suponer la merma estética del conjunto, dado que la plaga se extenderá por todo el mismo. Lo mejor, tratarlo si aparecen problemas.

Espero que os hayan servido estos apuntes, ya me contaréis si vuestro seto es o no envidiable.