viernes, 2 de marzo de 2018

Plantas para animales

¡No te comas mis plantas!

Si eres de los que tienen la suerte de tener mascotas en casa y te gusta tener plantas seguramente habrás tenido algún que otro disgusto porque hayan estropeado las hojas al morderlas, ya sea para comérselas o para jugar. 

En casa tengo dos gatos que adoran mordisquear todas las hojas que están a su alcance, por lo que se me hace imposible tener ciertas plantas en ciertos lugares, ya que por una parte las plantas se ven siempre feas y por otra parte sería perjudicial para ellos, porque hay plantas que no deben comerse ya que contienen compuestos que son venenosos o irritantes.

En el caso de los perros, al dar paseos por el exterior es fácil que puedan jugar y purgarse con las plantas siguiendo las precauciones lógicas para evitar intoxicaciones o daños. Además, la educación del animal pasa por el respeto hacia todos los elementos de la casa, incluidas las plantas. Educar un gato es más difícil, aunque no imposible.

Los gatos no suelen entender de normas. Hay excepciones, pero por lo general no es fácil hacerles cambiar de opinión. Por su facilidad de subirse a mesas y estanterías, suelen ser los que provocan mayores quebraderos de cabeza a la hora de seleccionar y ubicar las macetas. 

En general casi todas las mascotas aprecian tener disponibles plantas que masticar, al fin y al cabo forma parte de su instinto. En mi caso, como tener plantas en casa no es negociable, he tenido que buscar algunas soluciones para que todos estemos contentos.


Cuando no hay forma de que no se coman tus plantas.


Como tener plantas en casa para mí es necesario, he tenido que buscar ideas y soluciones para ubicar las macetas. A continuación os cuento algunas de mis ocurrencias.

1.- Colgar las plantas de paredes y techos


Esta es una solución práctica y decorativa. Cada vez hay en el mercado más modelos de macetas y jardineras colgantes para interior, lo cual permite decorar con plantas sin necesidad de ocupar espacio en los muebles.


Modelo de jardinera colgante a base de módulos. Fuente: Artevasi.
Para tener las plantas colgadas en las paredes de casa es conveniente seguir algunas recomendaciones en cuanto a recipientes y especies, pero con imaginación y buen gusto podemos conseguir un verdadero jardín vertical.



2.- Poner plantas específicas para ellos


Hay plantas que son muy beneficiosas para los animales, y además les gustan especialmente. En el caso de los gatos, al morder hojas verdes consiguen purgar su intestino de las peligrosas bolas de pelo que se les pueden formar al limpiarse. Si te gusta la idea de que puedan tener sus propias plantas, prueba a poner una maceta para ellos, quizás se olviden de las demás.

En el mercado podemos encontrar distintos tipos de plantas o mezcla de plantas, en semilla o en maceta. A los gatos les gusta especialmente la "hierba gatera", y la "menta gatera" o "catnip". Sobre esta última hay cierta controversia sobre si debe permitirse a los gatos ingerirla o no, pues aunque no es tóxica produce cambios de conducta notables en ciertos gatos cuando se acercan a ella. Algunos gatos quedan extasiados, aletargados o alterados, según el caso, mientras que en otros gatos no se aprecian efectos al entrar en contacto con la planta. Por estas razones de alteración de comportamiento, en ocasiones es considerada incluso una de las plantas a evitar por los gatos.

Gato interesado por la "menta gatera" o "catnip". Pixabay.


En el caso de ha hierba gatera, a base de gramíneas, es fácil encontrarla en semillas y es muy fácil germinarlas dentro de casa. En el mercado, además de las opciones para gatos, que son las más demandadas, encontramos propuestas para otros animales domésticos. 


Colección de plantas para animales: conejos, aves, roedores, perros, y gatos. Todos los productos son ecológicos. Fuente: Fitoralia. De venta en tiendas especializadas y centros de jardinería.


Además, podemos intentar sembrar otras semillas de rápido crecimiento y den lugar a plantas que no tengan componentes tóxicos. Prueba a sembrar lentejas, trigo, soja o alpiste, todas ellas semillas fáciles de encontrar en el supermercado y muy baratas. 

Todo ello no está reñido con el estilo. En una maceta apropiada, la hierba gatera y otras plantas pensadas para nuestros animales pueden ser incluso decorativa.


Si encontramos un recipiente acorde con el estilo de nuestra casa, podemos decorar con las plantas que les ofrezcamos a nuestras mascotas.



3.- Cambiar las plantas de hojas grandes por plantas de hojas pequeñas y no tóxicas


Si tu mascota no es especialmente voraz con las plantas, pero sí las estropea de vez en cuando, opta por cambiar las que sean accesibles por especies que no sean venenosas y que tengan las hojas pequeñas, ya que de este modo no se notarán los mordiscos.



Un tomillo rastero (Thymus serpyllum) cultivado en maceta en interior, con abundante luz natural. El tomillo es muy decorativo y no supone problemas a los animales puesto que no contiene componentes perjudiciales en las cantidades que se van a consumir.


Plantas que NO debes permitir comer a tus mascotas.



Como se conoce en la sabiduría popular, el veneno depende de la dosis.

Las plantas contienen distintos compuestos en sus órganos (hojas, tallos, raíces, flores o frutos), que pueden provocar reacciones alérgicas, irritativas, tóxicas, e incluso la muerte, en el peor de los casos. Algunos de esos compuestos son: alcaloides, látex, taninos, oxalatos o saponinas. Estos compuestos pueden ser perjudiciales para los animales, y en función de las dosis ingeridas y del tipo de reacción, podrían provocar incluso la muerte.

Normalmente, los componentes tóxicos de las plantas también producen sabores u olores desagradables, por lo que no resulta apetecible su ingesta, pero en ocasiones sólo una pequeña dosis podría ser fatal. Estos sabores amargos o muy repulsivos forman parte de los medios de defensa que tienen las plantas para evitar morir por ser comidas por los animales.

Es importante conocer las plantas ornamentales más tóxicas porque los animales domésticos pueden ingerirlas, aunque normalmente en pequeñas dosis porque no presentan sabores agradables, pero pueden ocasionarles daños a corto o largo plazo.


Algunas de las plantas ornamentales más comunes en los jardines y casas, y que son tóxicas para los animales son: Adelfa (Nerium oleander), Cala (Zantedeschia aethiopica), Zamioculca (Zamioculcas zamiifolia), Aglaonema (Aglaonema spp.), Dieffenbachia (Dieffenbachia spp.), Poto (Epireprimum aureus), Filodendro (Philodendron spp.), Cuna de Moisés o espatifilo (Spathiphyllum spp.), Singonio (Syngonium spp.) Rododendros y Azaleas (Rhododendron spp.), Ruda (Ruta graveolens), Hiedra (Hedera spp.), Ajenjo (Artemisia absinthium), Trompetas de ángel (Brugmansia spp.), Anturio (Anthurium spp.), Costilla de Adán (Monstera deliciosa), Croton (Codiaeum variegatum), Dedalera (Digitalis purpurea), Drácenas (Dracaena spp.), Kalanchoes (Kalanchoe spp),  Lilium (Lilium spp.), Hortensias (Hydrangea macrophylla), Flor de pascua y otras euforbias (Euphorbia spp).

Espatifilo o Cuna de Moisés. Planta muy decorativa para interior, que purifica el ambiente y nos regala abundantes flores sin requerir demasiados cuidados, pero que contiene oxalato de calcio que pueden afectar a los animales si ingieren sus hojas. Aunque no es mortal, los compuestos tóxicos que posee pueden irritar las mucosas y producir problemas estomacales.



Los animales y las plantas nos proporcionan muchas ventajas y no son incompatibles, sólo hay que buscar la forma de que convivan sin dañarse mutuamente.